lunes 09 de mayo de 2011

Aviación Hondureña: 82 hondureños se salvan de un fatal accidente en el vuelo de SAHSA

Aun recuerdo muy claramente cuando solíamos ir a traer a mi madre y a mi abuela al aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales más conocido como aeropuerto inter. de San Pedro Sula, aunque este situado en territorio Limeño es de la ciudad industrial. Desde la segunda planta del aeropuerto solía verse los aviones aterrizar y despegar al igual que todas las operaciones realizadas por el personal de la rampa. Esperaba ansiosamente, como dice mi abuela “bajo ese resisterio de sol” a lo lejos mirábamos un punto plateado en el cielo, entre los adultos se rumoraba “allá viene el avión”

Con mucho orgullo los catrachos podíamos identificar a lo lejos las cinco estrellas de la aeronave, muchas aerolíneas hoy en día compiten para ser catalogadas de cinco estrellas, SAHSA (Servicio Aéreo de Honduras, S.A.) orgullosamente portaba cinco estrellas que fueron otorgadas desde el día de su nacimiento el 8 de octubre de 1945.

Cuando llegaba la aeronave me tapaba los oídos de ese ruido ensordecedor de las aspas de los aviones de SAHSA. Veía a mi madre bajar del avión me emocionaba, sabía que ella me traería los famosos Chicles Adams que daban a los pasajeros durante el vuelo.

SAHSA desde sus inicios se identifico claramente con el pueblo Hondureño surgió con bastante éxito, su sistema de mercadeo fue bueno por unos años y el diseño de sus aviones impacto de buena forma, todos querían volar en SAHSA.

SAHSA como era de esperarse empezó como una aerolínea nacional pero poco tiempo después y por la aceptación que tuvo, empezó a hacer vuelos internacionales primero en países vecinos de Centroamérica y meses después a Colombia y Estados Unidos.


Lastimosamente el mantenimiento de sus aviones y algunos errores humanos pasaron factura al tener varios accidentes, el 4 enero de 1968, el DC6B de SHASA, HR-SAO, despega del aeropuerto Tocotín, por segunda vez ese día, un vuelo de casi cuatro horas hacia la ciudad de Nueva Orleans, haciendo escala en la capital industrial, San Pedro Sula. Su tripulación estaba compuesta por el Capitán Carlos A. Melara (piloto al mando), Jorge Urbizo (Co-piloto), Guillermo Seaman Reyes (Ingeniero de vuelo) Q.E.P.D. y tres aeromozas.

Al momento de ingresar al área de control del aeropuerto internacional Moisant conocido actualmente como Louis Armstrong International Airport o New Orleans International Airport, la tripulación es notificada que el aeropuerto se estaba cerrando por niebla por lo que se toma la decisión de efectuar una aproximación instrumental. A eso de las 8.30p.m; habiendo llegado a la altura mínima y con las luces de la pista en uso apenas visibles en la obscuridad y neblina imperantes, el DC-6 repentinamente experimente un impacto.

De inmediato la tripulación ejecuta una maniobra de “aproximación fallida” y proceden a elevarse gradualmente, sin embargo, el elevador (Timón de profundidad) no está respondiendo adecuadamente, sino minutos después.

Una vez que sobrepasan la densa capa de niebla, el Capitan Melara procede a acelerar los motores, pero al exceder los 160 nudos de velocidad, la aeronave comienza a vibrar fuertemente. Después de hacer una evaluación de la situación y del estado de la aeronave, se decide reducir la potencia de los motores hasta alcanzar los 155 nudos. Lo que disminuye la vibración.

Habiendo asegurado el bienestar de los pasajeros y demás, tripulantes se procede a dirigirse al aeropuerto (alterno) de Bacon Rouge Metropolitan Airport, distante a unos 20 minutos de vuelo. Durante el vuelo, se detecta que el tanque de combustible número cuatro estaba perdiendo combustible, deciden apagar el motor, y continúa con solo tres.


Para colmo, la capacidad de radionavegación y aproximación instrumental se encontraba estropeada. Después de unos cuarenta y cinco minutos de vuelo, logran aterrizar sin problema en Baton Rouge, cuyas condiciones metrológicas eran similares a las de Nueva Orleans. Habiendo desembarcado a los 82 alarmados pero ilesos pasajeros, se descubre la magnitud del daño ocasionado; es un pedazo del tronco de un árbol de abedul estaba incrustado en el borde del ataque del ala, entre el motor numero tres y cuatro, la antena de aproximación ILS y de radionavegación de ADF y unos tres metros lineales de lamina que recubren el fuselaje estaban desprendidas, abolladas en la parte inferior del fuselaje y la punta del ala, además de daños en las hélices de los motores tres y cuatro.

La aeronave fue posteriormente llevada a Miami, donde fue reparado, Después de continuar prestar servicio eficientemente, fue vendido en los Estado Unidos en octubre del 1997, en Miami Florida.

Después salieron aerolíneas como Sol Air en el 2002, que luego se convirtió en Aero Honduras (2003) pero ninguna nos identifico tanto como SAHSA, era bonito ver ese avión con los colores de nuestra linda bandera, quizás en un futuro no muy lejano volvamos a ver algo parecido y tengo presentimiento de algo mejor que la selección de Honduras baje orgullosamente de la aerolínea oficial de los Catrachos.

Colaboración por: Amado Aguiluz/ Entrevistas de Pilotos.







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