lunes 23 de noviembre de 2009

Los New York Yankees, Campeones de La Serie Mundial


Los Yankees no necesitaron el séptimo juego, probablemente se extendieron más de lo esperado jugando hasta el sexto, pero así se disfrutó más el sabor de la victoria
El público se ponía constantemente de pie gritando MVP cada vez que Hideki Matsui se colocaba en la caja de bateo, no es para menos, esta fue su gran noche.

“Godzilla”, como también se le conoce, conectó un tremendo batazo al jardín derecho que elevó las miradas y activó los gritos de los aficionados newyorkinos poniendo a los “Mulos” a liderar dos carreras a cero ante los Filis.
Lo que nadie sabía es que eso era apenas el principio de todo lo que se le vendría encima al cuadro visitante.

En las siguientes entradas, el japonés se colocó nuevamente en la caja de bateo para poner con los nervios de punta al entrenador de los Filis, Charlie Manuel, esta vez los Yankees tenían hombres en bases y la cosa se ponía mucho mejor.
Desde la loma salió una bola a 87 millas por hora, era un verdadero rayo, Matsui lo sabía y por eso apretó el bat y fijó su mirada en la bola desde que salió de las manos del lanzador, esperó el segundo cero, endureció sus mandíbulas y conectó la bola al centro del diamante para poner a los Yankees cuatro a uno.

Esa receta le estaba saliendo a la perfección y se las volvió a aplicar en la quinta entrada, cuando nuevamente le dijo "Sayonara" a la pelota, y los locales ya vencían con siete carreras ante tres de los débiles rivales.

Mientras pasaban las entradas, las miradas de los jugadores de los Filis lo decían todo, sabían que estaban dejando ir de sus manos el campeonato de la Serie Mundial, la goma de mascar no era suficiente para quitar su tensión y nerviosismo.

Los cuatro fantásticos, Jeter, Posada, Pettite, Rivera, fueron los pitchers que pusieron las curvas, bolas rápidas y lentas, los filis no tenían nada más que tan sólo abanicar las bolas de 90 millas por hora.

Lastimosamente, Johnny Damon, el guardabosque de el Imperio del Mal, no logró terminar por una lesión en la pantorrilla de la pierna derecha, sin embargo, el tiempo que estuvo lo hizo como los grandes

Se había ido de 1-0 con un boleto y una anotación antes de abandonar el partido, Jerry Hairston Jr., quien fue titular en el segundo juego de la serie, reemplazó a Damon en el jardín izquierdo.
En la novena entrada era lo decisivo para los Yankees, solamente necesitaban 3 strike's producidos por Mariano Rivera, el público gritaba Yankees, Yankees, el alcalde de New York se levantaba de su silla.

Mariano lanzó la bola, un silencio sepulcral se apoderó de ese monumento del deporte para dejar únicamente el sonido del bate conectando la pelota para enviarla al jardín derecho y ser atrapada por el guardabosques, quien la lanzó a primera base para marcar el out con el que los Yankees se coronaban campeones.

Tuvieron que pasar nueve largos años para obtener su 27mo título pero al final llegó y los amantes del buen béisbol se los agradece.
Desde 1947 nunca han perdido en casa, ganaron su primera serie mundial en 1923, 40 series jugadas y lanzaron la casa por la ventana, estrenando estadio y coronándose campeones de la serie.

Hideki Matsui es el jugador más valioso siendo el primer japones en ganar este título, el cual fue dedicado al jefe de los Yankees.

El Vuelo Verde


Después de haber corrido por 10 minutos por toda una terminal, pasando obstáculos, personas de edad a paso lento, una que otra maleta de mano que brincaba, pensando en que no llegaría a tiempo para abordar el vuelo de conexión con rumbo a mi querida Honduras.
Apresuradamente entré al avión, de reojo lograba ver que algunas de esas personas portaban una camisa verde y seguía constantemente viendo el color esmeralda, hasta que logré sentarme.
Logré ver hacia atrás de mi y no lo podía creer, sí, ahí estaba Jerry Palacios portando la camisa del moustro verde, lo primero que me vino a la mente fue mi papá, a él sí le hubiera gustado estar en este vuelo, ya que su equipo favorito es el Marathón.
Les soy sincero no sé mucho de fútbol, cuando tengo mis dudas de la Selección y de cualquier equipo de Liga Nacional siempre recurro a preguntarle a mi amigo Nahúm Aguilar y Josué al que cariñosamente conocemos como "El Superman Muñoz", los lectores fieles de Diez.hn sabrán de quien les hablo.
No me lo van a creer pero sólo algunos de los jugadores conocía pero no porque no sean famosos o malos, sino porque no se nada de fútbol.
Agarré valor y descaradamente les pregunté ¿De dónde vienen?, me respondieron "de Trinidad y Tobago de la Concachampions" Waooo!!! por su seguridad y tono de voz logré saber que ganaron, luego alguien que creo que sí sabía de fútbol les dijo "Ese 4 a 2 de anoche fue espectacular"
Se me ocurrió tomarles fotos con mi cámara y mandárselas al periódico y escribo una nota, luego me dije "Pero no sé nada de ellos" saqué mi cámara y creo que porque es casi similar a las que usan en el periódico, algunos de los jugadores después de tomar varias fotos me preguntaron trabaja para algun medio, les dije NO pero seguía la idea en mi cabeza, o le doy las fotos a mis amigos de Diez o escribo algo...
Antes del despegue logré escuchar bromas apodos y si sentía ese compañerismo entre ellos, tanto así que me hicieron recordar un Rotagol que el profe Chelato nos decía antes del juego "Miren sean buenos compañeros compartan el balón si quieren ganar, si no los voy a sacar" ja ja ja.
A más de 36 mil pies de altura, tengo sentado a un jugador el cual no le sé el nombre, pero porta su camisola con orgullo y humildad, aunque les digo que me tiene algo incómodo porque me está abarcando mi lado con su codo y no logro escribir bien.
El piloto anuncia que pasamos sobre de Cuba, mientras la asafata de vuelo se dispone a vender la camida, aunque creo que pasaré porque estoy bien emocionado por lo que escribo, me siento todo un cronista deportivo, algunos vienen despiertos otros con las pequeñas sábanas que dan en los vuelos en sus rostros, otros con sus gafas, el que está sentado atrás de mi vienen con su ipod.
El capitán prendió el aviso del cinturon e iniciamos el descenso, logro ver por la ventana la costas hondureñas, si que se ven lindas las playas desde lo alto, estoy loco por llegar, me esta matando la ansiedad, quisiera seguir escribiendo pero lamentablemente también se dio el aviso de prepararnos para el descenso y apagar también todo aparato electrónico. Se despertó mi vecino y le dije "creo que ya esta lista la nota" (no tenia la menor idea en que medio escrito saldría) Le pregunté descaradamente ¿cuál es tu nombre? me respondió "Fernando Castillo", hasta aquí llego el vuelo verde.

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